Que vengo de Venus, que soy
una de las tantas encarnaciones de ese cuerpo colectivo, que cuando estoy en
casa me dicen Lady Venus, que Anu era mi abuelo malcriador y yo su princesa que
corría por palacios de lapizlasuli. Inanna me decía él. Que mi familia estelar
intentó esclavizar al hombre para su servicio y que por tanto me convertí en
una consciente oveja negra. Rebelde como pocas. Rebelde furiosa. Como ahora.
Como siempre. Que yo me hice humana para darles por culo. Que les prometí que
yo misma iba a encontrar las vías para liberar a esos que ellos sometían. Que
mi mejor amiga Tera se fue al fondo de la tierra y se llevó consigo a los
hombres que querían ser libres. Que en ésta, mi última vida me llamo iVana
Cintia Galdeano. Que ese nombre lo elegí yo, sin que mis padres entendieran porque me llamaron así. Que mi mejor amiga en
esta se llama Gisela Giraudo y a mi me gusta decirle Gigi Diamante (porque lo es, un diamante de la tierra profunda capaz de refractar todos los colores de la luz). Que estoy pronta a cumplir 33 años y que mi decisión es seguir los pasos
del Cristo. Es en este tiempo en que empiezo a ser consciente de la verdad. A
Ser. A Ser quien Soy. El Cristo lo
creamos entre todos, como cuerpo colectivo de consciencia de lo que podemos
ser. Que tenemos la posibilidad de quedarnos a vivir en vez de morir. Que
pienso vivir. Y vivir despierta todos los años o siglos que elija.
Que en esta vida mi camino
de despertar estuvo marcado por el reconocimiento, la remembranza del Amor. El
Amor de pareja en particular. El amor hacia la esencia masculina, porque mi
esencia femenina siempre estuvo en paz. Que amando a hombres fui aprendiendo
sobre mi propio León. Que tengo la sabiduría del Amor. El Amor es mi Verdad. El
Amor es mi Camino. El Amor es mi Vida. Que como Venus tengo la sabiduría del
placer. Que tengo en la sangre el instinto del gozo y en el gozo de mi cuerpo
celebro la vida. Que amo tiernamente, que se hacer florecer a todos amándolos.
Que todos los que se acercan a mi calor sienten lo que es ser verdaderamente
amado. Que soy dadora de vida. Que soy madre salvaje y salvajemente madre. Que
he tenido muchos hijos. Que siempre añoro ser madre y nutrir a mis niños. Que
seguiré siendo madre, de sangre o de corazón. Que tendré mil hijos. Tantos como quiera. Que mi útero es tan sabio como mi corazón.
Que desde pequeña comprendo su lenguaje, sus llamados, sus ciclos, sus propias
maneras. Que con cada uno de mis compañeros pude
sanar un aspecto de mi propio auto
abuso. Que a cada uno de ellos les dí amor del más puro que hayan probado. Que
ellos saben que transformé sus vidas. Que es natural desear vivir en gozo. Que para
encarnar la divinidad hace falta el valor que yo tengo. El valor de no
detenerme jamás ante el juicio, el valor de no detenerme jamás ante los golpes
de quienes han intentado “normalizarme”, el valor de combatir mis demonios y
los que me envían en cada envidia a la belleza profunda que soy. Que mi mirada
es clara y transforma. Que soy tan pura como el lirio. Que mi pureza no es de
este mundo. Que mi salvajismo, mi rebeldía y mi valor han estado siempre
acompañados de la pureza de corazón, de la inocencia de espíritu. Que eso
desconcierta a muchos. Que eso indigna a otros. Que defiendo con garras mi
derecho a encarnar mi divinidad. Que si la divinidad es sobre dulce merengue y
pajaritos es una droga más. Que la divinidad si no es salvaje no está
encarnada. Que por eso soy leona y Venus.
Que es Natural ser Libre.
Que es Natural ser Dios.
Que es Natural Amar sin
condiciones.
Que es Natural buscar el
gozo en la vida, en la comida, en el hacer, en el cuerpo.
Que es Natural ver con los
ojos del alma.
Que es Natural escuchar a
ángeles, maestros y seres de luz que nos acompañan.
Que es Natural ser quien
Soy.
Que soy Ivana Cintia
Galdeano.
Que no tengo vergüenza de amar la vida en todas sus
manifestaciones y de considerarme a su vez divina.
Que así es como el Gran
Espíritu se vuelve Mujer.
Yo Soy, más allá de las
palabras.
Yo Soy, más allá de mi
historia, de mis miles de vidas.
Yo Soy Dios Experimentando
la Vida.
