lunes, 3 de mayo de 2010

La Templanza

El dinero y nuestra relación con él define en muchos aspectos como nos relacionamos con la vida misma. Eso siento. Escribo sobre el dinero porque no lo tengo. No habia estado tan mal economicamente nunca como lo estoy hoy y a la vez y paradojicamente no había tenido tanto potencial de crecimiento económico nunca antes.
Haber elegido vivir de lo que me gusta hacer, haber elegido salir de muchisimas estructuras seguras para tomar el camino de mi propia conciencia tiene sus consecuencias. Una de ellas es la falta de "seguridad económica" Es cada mes, regenerar la posibilidad de sostener mi casa, la comida, la escuela de los niños. Y también a veces soportar este vacío. La nada misma.
Antes de comenzar este año me auto tire las cartas del tarot. Hice la tirada anual de doce cartas. Y en el área "dinero" apareció LA TEMPLANZA.
Recuerdo que no me dio mucha alegría... Porque supe que iba a ser un año economicamente provechoso para aprender a estar centrada en el caos, pero no iba a ser un año de abundancia. Aunque no creo en el tarot como dador de un "destino" sino como un lector de energias presentes, supe que esa carta me habia impactado tanto por algo...
Habia un camino que mi SER estaba eligiendo recorrer en ese sentido. En mis cuadernos de
"tareas"que escribo casi todas las noches me vengo preguntando hace tiempo ¿para que?
¿Para que me creo esta realidad de carencia económica? Y claro esta, aún no tengo una respuesta completa, pero estoy en la busqueda de asumir y aceptar mi propia voluntad divina...
Repaso mi vida y he tenido la suerte de vivenciar todos los posibles estados económicos. A los diez ya trabajaba en la pizería con mi viejo hasta las dos de la mañana. La rutina era mañana limpiar la casa junto con Andrea, cuidar los niños, ir a la escuela, volver hacer la tarea, limpiar las latas con aceite, poner la masa de las pizas, poner la salsa, avisarle a papá para que las horneara y a la noche despues de cenar las embolsábamos para ir a repartirlas. Esta rutina duró hasta mis trece años. Cuando de repente la realidad económcia familiar dió un giro de 180º y yo me convertí en la chica mas rica de mi grupo de amigas. De repente tenía una habitación maravillosa con un balcón solo para mi. De ahí vino conocer la abundancia total. Viajar, estudiar, tener comida, ropa y posibilidades todas.
Haber vivenciado esas realidades tan opuestas me enseñó que mi felicidad y quien yo soy no está definido por mi realidad económica.
Siento que este vacío económico es el momento previo a la abundancia. ¿Para que? Para saber que Ivana siguió siendo Ivana. Para aceptar esa bendición sin temor a perderme en el poder. Para experimentar una vez más que mi dignidad nada tiene que ver con un lugar de poder o reconocimiento social, ni económico.
Agradezco mi Templanza. Honro mi Templanza. Ella me hace cada día mas fuerte en el camino del encuentro con mi propia divinidad.
Asi es.

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