A mucha gente le gusta el arco iris. Al verlo, los niños formulan un deseo; los artistas lo pintan, los soñadores van en pos de él, pero Acuario les gana a todos: él vive allí. Lo que es mas, lo ha desarmado y examinado parte por parte, color por color, y sigue creyendo en él. No es fácil creer en algo cuando uno ya sabe como es en realidad, pero Acuario es esencialmente realista, aunque su dirección sea mañana, por señas estrafalario- melancólico-lejano.
Como la perpleja Alicia, a quien el Acuario Lewis Carroll condujo a través del laberinto del País de las Maravillas, con la gente de Urano tendrás que estar constantemente dispuesto para lo inesperado. Generalmente bondadoso y tranquilo por naturaleza, Acuario goza sin embargo desafiando a la opinión pública y se deleita secretamente escandalizando con algún comportamiento excéntrico a las personas más convencionales. Esas almas normalmente corteses y de voz dulce pueden hacerte entrar repentinamente en cortocircuito en el momento más inesperado y con las acciones y declaraciones más pasmosas. El uraniano típico es mitad Albert Schweitzer, mitad ratón Mickey. Puede ir calzado con sandalias, botas, mocasines o galochas, pero rara vez se tomará la molestia de verificar si son adecuados para la ocasión. Si le da la gana, andará descalzo, y se reirá de ti por reírte de él. En la gente Acuario es frecuente que adopten atuendos espeluznantes para demostrar su anticonformismo. Muchas veces es posible reconocer a la gente nacida bajo este signo de aire por el frecuente uso que hacen de la palabra “amigo”. Las charlas domésticas de Franklin Roosevelt, empezaban invariablemente con un: “Amigos míos...” y la pregunta típica de Urano cuando una relación amorosa se rompe es: ¿No podemos seguir siendo amigos?”. Acuario no es complicado ni ingenuo, ni se entusiasma ni se hastía. Su continua experimentación no hace más que dejarle con la curiosidad de sondear el próximo misterio, y el próximo misterio podrías ser tú. Esa persona que tan pronto parece estar mentalmente a un millón de kilómetros como da la impresión de estar diseccionándote bajo un microscopio invisible, probablemente sea Acuario. Después de haber sido objeto de su intensa y halagadora curiosidad puede ser desconcertante descubrir que con la misma profundidad se interesa por la vida privada del agente de la esquina, el camarero del bar, el botones, la cantante del club nocturno o los internados en el manicomio. La política le fascina, los deportes le absorben y los niños le seducen... pero lo mismo sucede con los caballos, los automóviles, los ancianos, los descubrimientos científicos, los escritores, los astronautas, los alcohólicos, los pianos y las plegarias (por no mencionar al béisbol ni a Louis Armstrong). Únete a la multitud y arroja al cesto de los desperdicios tu precioso yo, si no quieres que su tranquilo enfoque impersonal lo magulle.
Encontrarás en sus ojos una mirada extraña y lejana, como si albergaran algún conocimiento mágico y misterioso que tú no puedes alcanzar. Los ojos de Acuario tienen una típica vaguedad, una expresión soñolienta y errabunda, y suelen ser (no siempre) azules, verdes o grises. El pelo es con frecuencia lacio y sedoso, y probablemente rubio, de color arena o castaño claro; el cutis pálido y la altura un poco superior al promedio (aunque el ascendente puede modificar la apariencia de cualquier signo solar). El perfil es de inconfundible nobleza; Urano tiene rasgos delicadamente cincelados, que hacen pensar en los emperadores romanos retratados en las monedas de oro. Es frecuente que un verdadero Acuario deje caer la cabeza cuando piensa en algún problema, o simplemente cuando le han hecho una pregunta. La cabeza cae bruscamente hacia adelante o se inclina hacia un costado, en espera de tu reacción. Un rasgo curioso es que, a consecuencia de la sexualidad dual de Urano, es frecuente encontrar características femeninas en los cuerpos masculinos (caderas anchas, por ejemplo) y rasgos masculinos, tales como los hombros anchos, en los cuerpos de mujer.
Enamorados de la libertad, los regidos por Urano pueden ser divertidísimos, perversos, originales, engreídos e independientes, pero también diplomáticos, suaves, compasivos y tímidos. Acuario buscará casi desesperadamente la seguridad de las multitudes, y se saturará de amistad. Después caerá en un sombrío acceso de tristeza y aislamiento, y necesitará que le dejen absolutamente en paz. Pero en cualquiera de los dos estados de ánimo, mantendrá la agudeza de su percepción, que es no solo más profunda, sino más rápida que la de otros signos. Urano hace de él, por naturaleza, un rebelde que siente instintivamente que todas las viejas costumbres son injustas y que lo que todo el mundo y la gente necesitan son alteraciones drásticas y cambios revolucionarios (aunque si se dedica a la política, tiene la astucia suficiente para no proclamar antes de tiempo sus opiniones y echar a perder su estrategia).
Con este fin, Acuario está siempre analizando situaciones y personas, trátese de amigos o de extraños. Pueden ser inquietantes cuando empiezan a hacerte preguntas a quemarropa, sin el mas mínimo tacto, tratando de llegar a lo mas hondo de tus sentimientos. Cuando descubren que, después de todo, el enigma no era tan complicado, es probable que se aburran y hasta que se fastidien. Nada es más insultante que ver como Acuario se cansa de su juego de la observación microscópica y se vuelve hacia la siguiente persona interesante, cuando por su actitud uno acababa de convencerse de que Acuario le consideraba el ser humano más importante del mundo. Eso duele.
Pese a su fijación en la amistad, Acuario no tiene muchos amigos íntimos. En sus asociaciones busca la cantidad, mas que la calidad, y es raro que mantenga una relación estable a no ser por un período muy limitado. En el mundo quedan demasiadas cosas por describir para que ellos sigan atados exclusivamente a una o dos amistades. De poco sirve apelar emocionalmente a una naturaleza tan impersonal, pero si logras llegar al corazón de un Acuario (que no es lo mismo que la mera emoción), es posible que se baje de la bicicleta y vuelva a ver que es lo que pudo haberse perdido.
Sobre la gente de Urano se cierne una forma peculiar de aislamiento, que hace que muchas veces la humanidad no les comprenda; esto se debe a que la humanidad no ha comprendido aun la utopía acuariana. Como el Aguador vive en el futuro y solo vuelve brevemente al presente, a las almas mas mundanas puede parecerles simplemente despistado y, puesto que el lo percibe, esto acentúa su sensación de aislamiento. Pero el hecho de que otros no puedan seguirle el paso no es, en su opinión, motivo para retroceder, de manera que sigue vagando solitario entre las nubes, mientras nosotros, los simples mortales, nos preguntamos que andará haciendo por allí. Una de las enseñanzas de la astrología es que lo que piensa Acuario es lo que pensará el mundo dentro de cincuenta años. Tal vez sea así, pero no por eso se estrecha, ciertamente, el abismo que hoy separa a los regidos por Urano del resto de la humanidad. Se conoce a este signo como el signo de los genios, y no hay duda de que lo es: la mayor parte de los nombres que figuran en anuarios de personas famosas corresponden a Acuarios o a gente que tiene ascendente Acuario. Por otra parte, también son de este signo gran número de los internados en instituciones de salud mental o de los que regularmente acuden al psiquiatra. Dicen que es muy tenue la frontera entre genio y locura, y es posible que tus amigos de Urano te hagan pensar a veces en que lado están. En gran parte, la confusión se debe a la tendencia de la humanidad a restar importancia a sus profetas. La común observación de que “se rieron de Fulton y su máquina de vapor”, “pensaban que Edison era un retrasado mental” y “querían encerrar a Louis Pasteur” ejemplifica la actitud del mundo materialista hacia aquellos cuyos sentidos están afinados para ondas de pensamiento superiores.
Los Acuario son una curiosa mezcla de frío sentido práctico e inestabilidad excéntrica, y tienen al parecer una empatía instintiva con los perturbados mentales. Es curioso, pero es un hecho que casi todos ellos pueden reducir sustancialmente la angustia de los insanos mediante el simple recurso de ponerse a hablar con ellos. Acuario tiene un don increíble para calmar a las personas histéricas y para serenar a los niños asustados. ¿Se deberá tan profunda comprensión a su propio sistema nervioso, agudamente sensible y casi a flor de piel?
Son seres de gran amplitud de criterio y es raro que tengan prejuicios, a menos que haya influencias planetarias desfavorables en su carta natal. Incluso en estos casos, si a Acuario se le reprocha esta actitud, sufrirá un profundo shock. El instinto fraternal es en el tan fuerte que en los raros casos en que alguien de este signo es intolerante, no solo lo es sin darse cuenta, sino que le horroriza que se lo digan. Por lo general, para él todos son hermanos y hermanas. Con su jarro simbólico, se paseará con idéntico talante por los lugares más exclusivos y por los suburbios, recogiendo las aguas del conocimiento para volver a verterlas, salvo en las ocasiones en que se decide a hibernar. Pero es raro que sus periodos de ocultamiento sean largos, y antes de que nadie haya tenido tiempo de echarle de menos, ahí está otra vez Urano, reanudando sus recorridos. No trates de interrumpir su soledad. Cuando quiere estar solo, realmente quiere estar solo, pero no quiere decir que se haya retirado permanentemente de circulación, aunque se le ocurra de pronto la idea, típica del signo, de quitar su número de la guía telefónica. Su dirección no ha cambiado ni él tampoco; no puede renunciar durante mucho tiempo a la gente. Si no le haces caso, pronto estará de nuevo paseándose por la ciudad con sus zancos de fabricación casera, tan alerta e inquisitivo como siempre.
Casi siempre resulta difícil, con un Acuario, organizar una cita en un momento y lugar precisos; él prefiere dejarlo un poco incierto, porque no le gusta verse encadenado a deberes u obligaciones especificas a horas determinadas. Antes que fijar una hora concreta para una cita, prefiere decir: “Bueno, nos veremos... tal vez el martes”. (Y a veces se refiere al segundo martes del mes próximo.) Sin embargo, te diré que si consigues que te dé su palabra de que se encontrará contigo a tal hora, estará allí sin falta. Puedes darlo por seguro, e incluso poner tu reloj en hora por su puntualidad... y mas vale que tú no llegues tarde. Acuario aparecerá, tenlo por seguro, a menos que le hayan secuestrado por el camino (lo cual es algo bien posible. A esta gente puede pasarle cualquier cosa en cualquier momento. Cualquier cosa, repito).
De él puedes esperar que te dé una opinión franca, pero no intentará decirte como tienes que pensar o de que manera deberías vivir tu vida. Tampoco permitirá que tú le digas que hacer con la suya. A diferencia de Aries, de Leo o de Géminis, no le mueve el deseo de vender por fuerza sus ideas a los demás. La filosofía de Acuario es que cada uno tiene sus propios anhelos. Cada uno danza según su propio ritmo y la individualidad debe ser respetada. Es interesante observar que ahora que el mundo avanza hacia la era de Acuario, los heraldos de la nueva época son los flower children y los gurus. De manera exagerada, no hacen más que reflejar los ideales de Acuario: igualdad, fraternidad, amor universal, vivir y dejar vivir, buscar la verdad, experimentar y retirarse a meditar.
Es raro encontrar a Acuario luchando fieramente por una causa. Para ellos, vivir según su código es suficiente. Que sean Aries, Escorpio, Leo y Sagitario quienes empuñen la espada para la gloriosa batalla por la liberación de los oprimidos. Las almas regidas por Urano están demasiado ocupadas dando forma a las razones para la revolución, escuchando sus problemas a la gente, a la que ofrecen toda su comprensión. Acuario tiene fe en el cambio violento, pero deja que sean otros quienes practiquen la violencia. No es cobarde, ni moral ni físicamente; simplemente, no está hecho para el combate. Cuando de improviso se ve envuelto en una pelea, es posible que golpee a ciegas en su confusión, o que sin más ni más se muestre de acuerdo, para poner fin a la discusión. Su reacción es impredecible, pero una cosa es segura: al día siguiente, su opinión seguirá siendo tan firme como antes. Cualquiera que sea hábil en la discusión podrá ganarle, dada la facilidad con que su atención se desvía hacia las abstracciones en una batalla de ingenios. La mejor arma de combate de Acuario es el sombrero: se lo pone y se va. Sin embargo, su mente respetuosa de la verdad no retrocederá un palmo cuando su convicción es firme, por más que le disgusten los enfrentamientos. No hay gritos ni presiones afectivas capaces de impedir que siga decididamente su camino, con sus ideas independientes, mientras en torno de el estallan los fuegos artificiales. Los dos presidentes de este signo que han tenido los Estados Unidos, Abraham Lincoln y Franklin Roosevelt, demuestran claramente este principio. En ambos casos, las ideas eran igualmente originales y sorprendentemente impopulares, pero, sin insistencia agresiva en teorías personales, se hicieron profundas reformas, pese a la falta de cooperación y a la oposición acérrima.
Otra de las razones por las que los uranianos suelen recibir críticas hostiles es que están llenos de sorpresas. Pueden conducirte hacia el Oeste y después, súbitamente, y sin advertencia, dar la vuelta y seguir la marcha hacia el Este. Acuario es obstinado en su característica de no dejar saber a nadie que es lo que se propone. El padre de una amiga mía, nacido en febrero, se paso varias semanas sin hacer caso de las quejas de su mujer porque la cocina no funcionaba; él seguía oculto tras el periódico, ignorando por completo sus desesperados comentarios sobre ese tema. De pronto, un día llegó un camión, dos hombres bajaron una cocina flamante y se la conectaron, bajo los ojos atónitos de la esposa, que, sin embargo, debería haber sabido que reacción tenía que esperar.
Acuario no confía por naturaleza en la gente, hasta que no haya examinado cuidadosamente las motivaciones y, si es posible, incluso el alma. Es fácil sentirse incomodo bajo el minucioso análisis de cada gesto y cada palabra a que le somete a uno el Aguador. Tendrás la sensación de que te está archivando mentalmente para futuras referencias, y así es. A veces, da la impresión de perderse en una bruma de ensoñación, pero no te dejes engañar. Lo más probable es que pueda decirte cuantas pestañas tienes. No esperes jamás que el uraniano te tome al pie de la letra. Su cortesía innata nunca le impedirá enfocarte, de la cabeza a los pies, con los reflectores de Urano. Él quiere saber lo que oculta tu rostro, y para descubrirlo puede hacer preguntas bastante embarazosas, pero queda el consuelo de saber que, una vez que le ha aceptado a uno, ningún tipo de habladuría maliciosa conmoverá su adhesión y su lealtad. Si verdaderamente eres su amigo, no creerá las calumnias de tus enemigos, aunque no dejará de escucharlas, por pura curiosidad. Sin embargo, tranquilízate: en última instancia, su decisión la tomará él.
Las enfermedades de Urano afectan generalmente al sistema circulatorio; Acuario tiembla y se estremece en invierno, y en verano la humedad le atormenta. Es propenso a las varices y al endurecimiento de las arterias en la vejez, si no aprende a canalizar de manera positiva sus emociones, y tiende a sufrir accidentes en las piernas, especialmente en la espinilla y los tobillos. Es frecuente que los huesos del tobillo sean débiles y también que la mala circulación le provoque dolores en las piernas; son comunes los dolores de garganta, lo mismo que las palpitaciones cardiacas, pocas veces graves, salvo que haya influencias muy desfavorables en la carta natal. Necesita mucho aire fresco, sueño y ejercicio, pero raras veces recurre a estos remedios. No toma mucho aire fresco, porque cierra las ventanas y se cubre con un montón de mantas, pese a lo cual se queja de que se está helando. La tensión nerviosa de alta frecuencia que acompaña a la actividad mental de Acuario le impide dormir lo suficiente, y es frecuente que su tiempo de reposo se vea perturbado por sueños extraños. En cuanto al ejercicio, aunque de pequeño Acuario se haya iniciado en el deporte jugando a la pelota con los chicos del barrio, es difícil conseguir que se mueva con rapidez, y mucho menos que corra. Su mente está en constante actividad, pero el cuerpo necesita que lo empujen. La salud de los nativos de este signo es excelente en la niñez, aparte las extravagantes dolencias uranianas, imposibles de diagnosticar. Los verdaderos problemas se inician cuando la madurez incrementa su terquedad. Son gente sumamente susceptible a la hipnosis. Intuitivamente, muchos de ellos sienten que es así, y por nada del mundo se exponen a ella; es un error, ya que la sugestión hipnótica aplicada por un buen médico podría ayudarles con éxito a liberarse de sus múltiples manías. Son igualmente sensibles a los tratamientos eléctricos, que también pueden serles muy beneficiosos.
En cuanto a su memoria, no es lo mejor que tienen, pero en realidad no la necesitan mucho, ya que Acuario da la impresión de absorber sus conocimientos del aire, como si tuviera una antena invisible. ¿Por qué ha de atiborrarse la cabeza con información que tal vez nunca necesite, cuando por osmosis puede conseguir exactamente lo que le hace falta? Es posible que regrese del supermercado sin traer el artículo mas importante de la lista, porque no se preocupa de recordar lo que, para él, no es esencial. El Acuario típico es la personificación del legendario profesor distraído. Sé de uno que quedó en encontrarse con su mujer a mediodía, frente a un hotel del centro, pero llegó antes de hora y se encontró con un amigo. (Los Acuario siempre se encuentran con viejos amigos; en África o en las islas Aleutianas, tropezaran sin duda con algún conocido.) Cuando su mujer llegó, sonriente, nuestro Urano estaba absorto en la conversación con su camarada. Al verla acercarse la miró sin reconocerla, se llevo galantemente la mano al sombrero y después se dio la vuelta, tomó el brazo a su amigo y se fue por la calle, perdido en su conversación, dejando a su mujer furiosa y frustrada de pie en la esquina, sola y olvidada.
El poder de concentración de Urano puede ser sobrecogedor. Sin embargo, si así lo desea, también puede captar lo que sucede a su alrededor y a sus espaldas, como si fuera una pantalla de radar. Tiene la habilidad de seguir una conversación muy compleja sin perderse detalle de lo que sucede en otra parte de la habitación, si mantiene ajustada la sintonía. A veces, uno juraría que Acuario no prestó atención a nada de lo que le dijeron, pero al día siguiente lo repetirá palabra por palabra como si fuera un magnetófono. No subestimes jamás el proceso uraniano de empaparse de conocimientos mientras parece que está en la luna, por mas que a veces tenga la capacidad de concentrarse, como sucedió con mi amigo que dejó a su mujer plantada en la calle, de un modo que dan ganas de matarle.
Lo que piense el hombre o la mujer Acuario es siempre una clave para el mañana. La escalofriante capacidad uraniana para sumergirse en lo desconocido y absorber sin el menor esfuerzo los secretos místicos funciona como una especie peculiar de intuición que les permite muchas veces realizar premoniciones psíquicas. Conozco a uno que no solo atiende al teléfono literalmente antes de que suene, sino que antes de que haya hablado una palabra, ya sabe quien es el que llama. Abraham Lincoln tuvo, con un detalle pasmoso, varias premoniciones de su propia muerte, y casi todos los Acuario tienen un tipo de sensibilidad especial que les permite saber de antemano cuales son sus deseos más íntimos. Sin hablar, comprende necesidades tan profundamente sepultadas dentro de ti que tú mismo casi no tienes conciencia de ellas. A través de esa osmosis mágica, Acuario puede transmitir sus propios pensamientos con una carga invisible de corriente eléctrica. Incluso cuando da la espalda, es capaz de proyectar sus sentimientos gracias a ese extraño proceso. Durante un largo silencio telefónico, puede estar enviando y recibiendo vibraciones, mientras tú piensas que se ha quedado dormido. Hay uranianos que no necesitan de la Western Union para enviar un telegrama.
Pese a todo esto, en su pensamiento no hay nada de supersticioso. Científico en el fondo, aunque sea músico o mecánico, no llegará a ninguna conclusión que no haya puesto mentalmente a prueba, pero una vez formada su opinión, la mantiene con firmeza -y quiero decir con firmeza- en su cerebro. Así como le encantan los cambios en la sociedad y en el gobierno, no cambiará en lo más mínimo sus ideas en homenaje a nadie. Por mas abierta que sea su actitud frente al progreso mundial, su mente se cierra como una almeja cuando lo que está en juego es su comportamiento personal, que puede ser inesperadamente conservador. Ya ves que su liberalismo también tiene límites.
Los de este signo desprecian la mentira y la mala fe, y evitan prestar dinero o pedirlo prestado. Te lo darán como regalo, pero no se lo pidas en préstamo. ¿Has intentado sorprender alguna vez a Jack Benny, que es Acuario, pidiéndole cincuenta dólares? Es posible que te sorprenda diciéndote que sí, pero procura devolvérselos sin demora. Faltar a una promesa o prolongar una deuda puede provocar una profunda herida en vuestra amistad. Los Acuario mantienen su palabra y pagan las deudas, y esperan que los demás hagan lo mismo. Normalmente, las cuentas abiertas no les emocionan, y las tarjetas de crédito pueden darles miedo. Sin embargo, todo su amor a la sinceridad y a la honradez puede a veces retorcerse hasta dar por resultado conductas poco claras. Por más que aborrezca la hipocresía y la dualidad, Acuario puede, de alguna manera, responder a las preguntas de manera tan hábil que produzca una falsa impresión. Sin embargo, se indignará clamorosamente si descubre a algún otro practicando esos sutiles matices del engaño. Rara vez te dirá directamente una mentira, pero es capaz de engañarte en forma muy sutil, que poco tiene que ver con la esencia de la honestidad que él constantemente preconiza. Su inquieta búsqueda de la verdad y el deseo de ocultar sus propias motivaciones son rasgos incompatibles y -si quiere aprender la auténtica verdad sobre sí mismo- Acuario tendrá que hacer tarde o temprano frente a esta incongruencia.
A los nacidos en febrero se les considera idealistas, pero tal vez ese calificativo sea excesivo, ya que el auténtico idealismo está hecho de fe ciega y de optimismo, y Acuario es demasiado perspicaz para cegarse durante mucho tiempo con causas perdidas. Sabe que la mayoría de los sueños son ilusiones, como el arco iris que él ha examinado tan de cerca, y que sigue amando. La tradición y la autoridad no le impresionan; las respeta por cortesía, pero nunca podrán poner freno a su compulsivo impulso de descubrir falacias, deformaciones y supuestos ilógicos.
Su mente y su cuerpo necesitan ser tan libres como el viento. Intentar movilizar a Acuario es como tratar de estabilizar a la mariposa, de encerrar en un armario una brisa de primavera o de embotellar un huracán. No es posible hacerlo, y además, ¿quién en el mundo querría intentarlo? Aunque Acuario se haya adelantado tanto a su época que sea difícil comprender inmediatamente su punto de vista, intentarlo vale la pena. Aunque un poco perplejo, del intento saldrás siempre habiendo aprendido algo. Su flor astrológica es el narciso.
El alma del Aguador está constantemente influida por Urano, el planeta violento e impredecible que rige el cambio y que le permite ver el futuro con eléctrica claridad azul. Acuario pertenece a la humanidad, y representa sus esperanzas mas autenticas y sus mas profundos ideales. Incluso su metal, el uranio, no es en realidad un metal, sino un compuesto químico metálico radiactivo que se encuentra únicamente en combinaciones. Es importante en la investigación atómica y puede ser sometido a fisión continua. La magnética majestad de ocho centellas de brillante luz reflejada en el zafiro de Acuario puede abrir sus secretos a aquellos que intentan conocerle; pero solo durante un instante podrás atisbar dentro de su corazón solitario, imbuido desde hace largo tiempo de la antigua sabiduría de Saturno... a no ser que tú también vivas en el mañana.
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