¿Por qué vuelvo
alma mía? Si acá duele todo tanto. Me muero y me muero siempre. Recibo el golpe
metálico o la húmeda y oscura angustia o peor aún el roer de polillas.
¿Por qué vuelvo
alma mía? Si aquí perdura el espanto y yo soy tan sólo un rayo diáfano.
A veces, detesto
mi esperanza crónica, mi cursilería amorosa, la incandecencia propia. ¿Será por
ellas que vuelvo?
Como el sol
repito albas y ocasos en partos de muchas vidas.
¿Por qué vuelvo
alma mía? Si este mundo no sabe más que humillarme, impedirme con calificativos
la libertad, tajearme por dentro.
Por dentro, como
cortaron a Violeta, a Alejandra y a Alfonsina. Por ellas escupo mil veces a los
pies del patriarcado voraz.
¿Por qué vuelvo
alma mía? ¿Por qué padezco de esta tenacidad de amar?
Esta noche te
prometo algo y te exijo me lo jures
Prometamos nunca
más regresar.
Nos encendamos
para ser la luz presente en todas las cosas.
O mejor aún, en
las cosas que admitan mi luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario