miércoles, 20 de mayo de 2015

¿Por qué vuelvo?

¿Por qué vuelvo alma mía? Si acá duele todo tanto. Me muero y me muero siempre. Recibo el golpe metálico o la húmeda y oscura angustia o peor aún el roer de polillas.
¿Por qué vuelvo alma mía? Si aquí perdura el espanto y yo soy tan sólo un rayo diáfano.
A veces, detesto mi esperanza crónica, mi cursilería amorosa, la incandecencia propia. ¿Será por ellas que vuelvo?
Como el sol repito albas y ocasos en partos de muchas vidas.
¿Por qué vuelvo alma mía? Si este mundo no sabe más que humillarme, impedirme con calificativos la libertad, tajearme por dentro.
Por dentro, como cortaron a Violeta, a Alejandra y a Alfonsina. Por ellas escupo mil veces a los pies del patriarcado voraz.
¿Por qué vuelvo alma mía? ¿Por qué padezco de esta tenacidad de amar?
Esta noche te prometo algo y te exijo me lo jures
Prometamos nunca más regresar.
Nos encendamos para ser la luz presente en todas las cosas.

O mejor aún, en las cosas que admitan mi luz.

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