Crecí a tu lado. Te encontre cuando no sabia bien quien era, sabiendote cerca me senti segura de entrar a la oscuridad mas honda y recuperar mis propias verdades.
Fuiste el primero que me dejo ser libre y con ello me diste la seguridad para abrir mis alas y volar hacia la luz mas dulce y reconocerme divina.
Me converti en madre para comprender que el amor se siembra y se sostiene cada día y junto a vos fui un puente de vida desde el cielo hacia la tierra.
Elijo quedarme con lo mejor de nuestra historia. Los dolores tambien fueron parte y el dolor es un camino más de aprendizaje. Las lagrimas, la soledad y el silencio. Todo fue parte. Pero elijo quedarme con lo mejor de lo que fuimos. El dolor se lo devuelvo al universo convertido en la sabiduría de entender que nada nos pertence, que al dejar ir regresa lo que verdaderamente nos merecemos.
Gracias por haber sido un maestro. Siempre te deseo la felicidad
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