domingo, 6 de octubre de 2013

La Piedrita del David


Primera Parte: Crónica bruta del estado de las cosas 

Antes de leer esta primer parte quiero aclarar que si soy bruta es porque no soy periodista, pero viendo y considerando que algunos Tolchinskis Cuadrados Pereiras que tienen los títulos se dedican a desinformar, mentir y manipular y considerando que otros que tienen mejor entraña se callan, hago lo mejor que puedo y escribo esta crónica del estado de las cosas.
En la provincia de Córdoba, el pueblo de Malvinas Argentinas lucha por la vida de su gente. Desde que se conoció el pacto del gobierno nacional, provincial y municipal de instalar en sus tierras la planta de una de las empresas multinacionales más poderosas del planeta; los vecinos se organizaron en una Asamblea para decir No Pasarán.
Monsanto es la empresa, o para ser más sincera en mi postura, el monstruo que se hizo conocido por modificar genéticamente la semilla del maíz. Injertaron en la semilla elementos del reino animal para detener el proceso natural de regeneración de la vida. Los reinos mineral, vegetal y animal nunca antes se habían fusionado, porque no está en la naturaleza de la madre tierra. Pero ellos cruzaron los reinos para que la planta del maíz no diera frutos con semillas fértiles, volviendo al productor en dependiente de las semillas del monstruo que sirven una sola vez.
Monsanto también es conocido como el creador del herbicida Agente Naranja utilizado en la guerra de Vietnam para destruir la selva y a los hombres en ella. El Agente Naranja causó la muerte de 400.000 vietnamitas y produjo el nacimiento de 500.000 niños con malformaciones.
Monsanto fue el creador del herbicida Roundup que contiene glifosato, al cual dio a conocer como biodegradable. Por esto la Unión Europea lo demandó, ya que el glifosato permanece en la tierra, causando cáncer en los seres humanos. Aquí en plena ciudad de Córdoba la fumigación con glifosato generó en el Barrio de Ituzaingó 300 muertos de cáncer. Pero es que hace años esta provincia asentó su economía en el cultivo de soja transgénica del monstruo, que además precisa para ser más productiva los herbicidas del monstruo. La particularidad de la soja de Monsanto es que es tan, pero tan, pero tan “productiva” que para sostener 500.000 hectáreas solamente hace falta un trabajador rural. Así los campesinos en Córdoba fueron expulsados.
En Córdoba, al gobernador le dicen De La Soja y su apodo ha sido bien ganado. Por el cultivo de soja transgénica, el gobierno y productores locales realizaron la deforestación casi total de nuestro bosque nativo, asesinando el 95% de nuestros árboles originarios y generando una catástrofe ambiental que recientemente dio por resultado uno de los incendios más graves en la historia de nuestra provincia. Córdoba toda, se está volviendo un desierto gracias a la soja del monstruo.
Y no siendo suficiente para el monstruo y sus cómplices estatales y privados la masacre de nuestros árboles, no siendo suficiente la muerte de 300 personas en Barrio Ituzaingó, no siendo suficiente la expulsión de los trabajadores rurales, el monstruo quiere asentar su planta aquí, justamente en esta provincia que jamás le opuso resistencia. Pero ni el monstruo, ni el gobierno nacional, provincial, ni municipal contaban con que el pueblo considerado según el censo de 2008 como el más pobre de la provincia iba decir No Pasarán.
La Asamblea Malvinas Lucha por la Vida ha hecho un proceso de resistencia democrático, pacífico, legal e irreprochable, acompañada de las Madres de Barrio Ituzaingó, de ciudadanos autoconvocados y de diversas agrupaciones. A través de una medida cautelar lograron detener la construcción de la planta reclamando que antes se realicen los estudios de impacto ambiental. El pueblo pide a su gobierno lo que la ley nacional de ambiente establece: Consulta Popular vinculante. Pero el poder del monstruo es mucho y sus regalías en dólares a los gobiernos abundantes, así la medida cautelar fue levantada y la construcción continuó sin estudios de impacto ambiental y aún nadie responde al derecho legítimo de Consulta Popular vinculante. Los medios de comunicación callan, mienten o difunden de forma asquerosamente tibia el atropello que esta población está sufriendo, porque el gobierno provincial paga muy bien la pauta publicitaria. La gran mayoría de las organizaciones políticas se quedan calladas porque sus partidos están afectados. Y así, en esta provincia en su mayoría indiferente, La Asamblea ha llegado al punto de tener que poner el cuerpo. Los vecinos de Malvinas Argentinas para detener la construcción de la planta no tienen hoy otra opción que bloquear los ingresos acampando frente a las puertas de entrada. Hace exactamente una semana trabajadores del gremio de la Uocra oficiaron de represores, supuestamente defendiendo sus puestos de trabajo. Insultaron, patearon carpas y empujaron a los vecinos que en su enorme mayoría eran mujeres. Días más tarde, este lunes, fue la policía la que embistió contra los acampantes a golpes, con gas pimienta, generando la internación de Sofía Gatica y la detención de dos mujeres por un supuesto desacato a la autoridad. Ante estas represiones violentas, muchas organizaciones que luchan a lo largo y a lo ancho del país se hicieron escuchar y brindaron su apoyo, muchos más fueron hasta el acampe y otros marchamos exigiendo la liberación de las compañeras.
Como resultado del lunes la planta freno la construcción por ahora, las compañeras fueron liberadas y los medios de comunicación del poder provincial: Cadena 3 y La Voz del Interior empezaron a desinformar y a confundir como ya es usual. Es tanto lo que confunden y mienten que hay muchos que se han convencido de que la de Malvinas es una causa perdida, que frente al poder de este monstruo no se puede ganar. Que el mundo es como es y que el monstruo indefectiblemente va a asentarse, que todo ya está arreglado.
Pero el poder se olvida siempre de las criaturas pequeñas. El poder se olvida de la determinación que tenemos los que amamos la vida. Goliat no podía imaginarse que el David iba a bajarlo de un honderaso con una piedrita. Esa es mi esperanza. La piedrita del David. Siempre hay esperanza. Pero también tengo certeza y una absoluta es que el mundo no es como es. El mundo está cambiando, y el poder en sus estructuras no puede comprender lo que está brotando en los montes. En el verde a los hombres que amamos la vida nos nace, se nos enraiza y nos florece la consciencia.

Segunda Parte: ¿Qué es la consciencia?

El sábado fui con mi hija Gema de dos años al festival que se hacía bancando el acampe de los vecinos de Malvinas. Como me pasó en la última marcha me entristeció ver que éramos pocos, para mí éramos muy pocos y esa angustia no se me iba del pecho. Mi mente de adulta decía tendríamos que ser miles. Pero Gema de eso no se enteraba, ella estaba feliz, corriendo de un lado al otro metiéndose en la piernas de todo el mundo. A mi Gema le gusta más que nada en el mundo bailar. Baila cuando la pava silba, baila cuando llueve, baila cuando canto. Pero cuando el primer músico tomó la guitarra para cantar “Encuentro en Cajamarca” Gema no bailó. Gema se paró frente al escenario, envuelta en un remolino de tierra, abrió los brazos y cerró los ojos mientras la voz pronunciaba “Creo en mis dioses, creo en mis huacas, creo en la vida y en la bondad de viracocha, creo en inti y pachacamac” Entonces el cordón invisible que todavía tenemos abierto, me pegó un tirón invitándome a arrodillarme a su lado para sentir. Gema estaba sintiendo, y eso es la consciencia. Sentir. No saber, no entender, sentir la vida que se manifiesta en todos lados, todo el tiempo. Entonces la voz siguió “Como mi charqui, tomo mi chicha tengo mi coya mi cumbi, lloro mis marquis hago mi chuño y en esta pacha quiero vivir” Gema abrió los ojos entonces y miró al cielo. El viento estaba feroz sobre los eucaliptos. Y Gema me señalaba insistente para que yo también pudiera ver. Respiré profundo y recién entonces hice consciente que detrás nuestro estaban presentes las wipalas y con ellas nuestros ancianos, nuestros sabios. Se me erizó la piel cuando un río de voces pronunciaba en la voz del viento. El espíritu de todos los ñandubays caídos está presente ahora y siempre. El espíritu de los talados espinillos está presente ahora y siempre. El espíritu de los molles está presente ahora y siempre. El espíritu de los marquis está presente ahora y siempre. Los marquis de antes, los marquis de ituzaingó, todos presentes ahora y siempre. No éramos pocos, éramos miles que sosteníamos piedritas. Piedritas como las del David. Pero nadie tenía honderas. Porque la consciencia no tiene otra arma que las manos, las piernas, el pecho del hombre. Cuando se siente se ama. Y cuando se ama se siente. La consciencia es el sentir enamorado de la vida, que convierte piedras en semillas.
En el acampe se planta consciencia y yo confío que aunque invisible ya está creciendo alrededor de la planta del monstruo. Se brota y se enrieda entre los hierros y bloques y dorada su luz se va haciendo poderosa.
Hace falta hermano que tomes tu consciencia y la plantes.
Hace falta que creas en tu semilla, porque así se va haciendo fuerte.
Hace falta que apoyes a los vecinos de Malvinas Argentinas, con tu presencia, con tus recursos o con tu consciencia. Ellos están poniendo el cuerpo por vos, por tus hijos y por los que vendrán. Plantales flores doradas que los abracen, que se metan por la carpa y a la noche les hagan de luciérnagas, semillas de invisibilidad frente a los represores, semillas de visibilidad frente a los hombres, semillas de calor para el frío, semillas de comida todas las noches.
Planta tu consciencia. Sentila crecer junto a la de todos. Vamos a reforestar esta tierra.
Gracias a las madres de Barrio Ituzaingó. Gracias a los vecinos de Malvinas Argentinas, el monstruo No Pasará.
Gracias a ellos en Córdoba SE LUCHA POR LA VIDA.

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