No se tejer, no se bordar.
No podría ni queriendo tramar
la burla a mis pretendientes.
Es que no necesito de esas
armas, mi mirada brutal alcanza.
Yo no tengo la belleza de
todas las sirenas.
Ni puedo contarte las
historias de los pueblos.
Estoy en desventaja.
Y ahora no quiero que me
toquen otras manos.
Me aterra haber conocido la
pasión y la calma.
Quisiera correr.
Galopar.
Pero sigo pendiendo del aire.
No regreses sin haber llegado.
Pero no te detengas.
Yo no puedo marchitar.
No sé.
No elijo.
No te demores, las orquídeas florecen
sin pausa.
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