Introducción rápida
1- Ante todo usted deberá asumir que no padece ningún mal, no está enfermo, no tiene una discapacidad. Quizás algunos le diagnostiquen males inventados por la medicina, la psicología, la dermatología. Olvídese cuanto antes de ellos, porque todos le darán técnicas para curtir su piel, que es lo mismo que matarla.
2- Usted deberá aprender a convivir con su propia piel y para empezar deberá amarla, aceptarla y quererla siempre, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte las separe.
3- Usted debe saber que su piel hipersensible es indicadora de un instinto hipersensible, entonces agradészcala y aprenda de ella.
Una vez que ha logrado los puntos previos los siguientes consejos pueden servirle de asistencia o recordatorios:
- Si al entrar a una habitación siente como si una fuerza en el éter lo repele, expulsándolo o dándole escozor en toda la piel o incluso generándole mareos y nauseas, es muy posible que el lugar en cuestión tenga una carga histórica relacionada con la tortura, el horror, el dolor o que las personas allí presentes tengan esa carga de densidad. En esos casos no se adjudique a usted mismo el malestar, asuma que los ambientes se cargan de las energías que los habitan y por lo tanto salga cuanto antes del lugar. Si por cuestiones de fuerza mayor debiera permanecer allí, asegúrese de tener una ventana cerca, respire constantemente de forma consciente y tome la mayor cantidad de agua que pueda
- Si al conocer una persona sus pelos se le crispan y siente una cosquilla nauseabunda subiéndole por el estómago, sepa que esa persona tarde o temprano intentará de alguna forma atentar contra usted. No es necesario que se aleje de ella, o que la destierre de su realidad, a veces tales lujos no son posibles, especialmente en el ámbito laboral, simplemente sea consciente de quien es quien donde usted se desenvuelve. Generalmente las pieles hipersensibles, vienen con un alma hipersensible capaz de ver con igual nitidez la personalidad y el ser de las personas. No se confunda una con otra. La personalidad es el presente y el ser un potencial. Cuide de usted y su hipersensibilidad, acótese a accionar según el presente. El futuro llegará y no por su propia voluntad, sino por única elección del otro y tal vez demore unas cuantas vidas.
- Si por el contrario al conocer a una persona su piel siente calor y exuda aromas a miel, canela, jengibre, o jazmín, sepa que esa persona tarde o temprano pasará a ser uno de sus amados. Tampoco es apropiado que salga corriendo y se esconda bajo la cama, aunque seguramente usted tiene estas costumbres, como por ejemplo fabricarse casas debajo de las mesas de planchar o en los árboles bien altos. Tiene que enfrentarse al amor, dejar que le entre por los poros y permitir que la piel le vaya diciendo como crece y se acomoda en su dentro. Si siente escalofríos intensos y una corriente eléctrica que baja y sube y palpitaciones atroces, y la boca seca, y una sensación de montaña rusa. O si empieza a ver puntitos de luces alrededor del otro. Entonces esta perdidamente enamorado. No se reprima, eso hacen los que matan su piel. La piel hipersensible se renueva en el acto de amar, hágalo todas las veces que pueda. Escuche siempre la primer sensación sobre otro ser humano. Porque lo primero que sienta su piel será lo mas verdadero. Su piel funciona como rayo X del alma, regrese a la primer impronta fotográfica, después la mente intentará confundirle.
-Si al tomar un libro, usted se siente magnetizado léalo sin faltas. Si por el contrario la tapa ya le parece absurda, banal, pretenciosa o incluso oscurantista, ni siquiera se moleste en abrirlo.
- Es absolutamente comprensible que tenga altísima intolerancia a los perfumes. Seguramente siente nauseas o jaquecas. Su piel no gusta de disfraces porque sabe que el olor a piel es sincero, anuncia temores, amores, temblores y colores. Trate de hacer que sus convivientes comprendan su rechazo y evite por ejemplo que sus hijos se bañen de Paco. Es lógico que sienta los desodorantes en aerosol como ácido sobre sus sensores. Tranquilo, puede fabricar su propio desodorante natural a base de bicarbonato y esencias naturales. Hay en el mercado buenos botiqueros como Sumuki, ella nos entiende. Tampoco sienta como una contradicción que de repente un perfume le parezca un bálsamo de dioses. Su piel sabe diferenciar lo bueno de lo que no. Si, es cierto que casi siempre esos perfumes que su piel adora cuestan mucho oro, pero usted se lo merece. De tanto en tanto, un poco de láudano exquisito nos recuerda de nuestra soberanía.
- Es lógico que usted tenga gusto por la ropa que se siente bien y que poco le importe como se ve. El algodón es mejor que todo. El lino es bueno también. La lana si no pica es un abrazo de abuela. Vístase con suavidad y mande todos los mandatos de moda o de tribus urbanas bien al carajo. Su piel está primero.
- Si una música particular le enciende la piel, le da ganas de llorar desconsoladamente a los gritos o de reír como si fuera niño en hamaca, haga lo que su piel le pide! Olvídese de que dicen sus amigos que “saben”, olvídese de si el cuarteto o la cumbia están devaluadísimos. La música y piel están hechas una para la otra, se aman, se intuyen. Hay música para cada estado de descamación o renovación. No todo es bueno todo el tiempo. Y el que tenga gustos muy anquilosados se pierde de la vida y seguramente se está volviendo estatua.
- Si, si, si. La piel es sensualidad pura. La sensualidad no tiene porque se sexualidad en manifestación. Aunque a veces sí. Acaricie su piel como ella se lo pida: la mía gusta del agua hirviente, de las cremitas sin olores, de las manos amadas, de los besos amados. Vista su piel y déjela exudar su sensualidad, porque esa belleza literalmente engalana al mundo.
Ante cualquier duda, simplemente recuerde Todo es una Cuestión de Piel. Escúchela!
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